
Las olas de calor son periodos prolongados de temperaturas anormalmente altas que pueden afectar seriamente nuestra salud. Es fundamental tomar precauciones durante estos episodios para evitar golpes de calor, deshidratación y otros riesgos asociados. A continuación, te presentamos una guía completa con recomendaciones para sobrellevar una ola de calor de forma segura.
La hidratación constante es clave durante una ola de calor. El cuerpo pierde líquidos y sales minerales más rápidamente a través del sudor. Beber agua con frecuencia es esencial, incluso si no se siente sed. Toma al menos 2 litros de agua al día y evita bebidas alcohólicas, azucaradas o con cafeína. Incluye frutas con alto contenido de agua como sandía, melón, piña y naranja.
Evita la exposición directa al sol, especialmente entre las 11:00 a.m. y las 4:00 p.m. Durante este periodo, quédate en lugares frescos, ventilados o con aire acondicionado. Usa sombreros de ala ancha, gafas de sol y ropa ligera, clara y holgada. Si necesitas salir, busca siempre la sombra y no olvides aplicar protector solar con un FPS mínimo de 30.
El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo pierde la capacidad de autorregular su temperatura. Es una emergencia médica que puede ser mortal si no se actúa rápido. Los síntomas incluyen dolor de cabeza intenso, mareos o desorientación, piel caliente y seca, pulso rápido y pérdida de conciencia. Si tú o alguien presenta estos signos, llama a emergencias de inmediato.
Durante las olas de calor, es recomendable optar por comidas ligeras y frescas. Prioriza frutas, verduras, ensaladas y alimentos con alto contenido de agua. Evita las comidas muy calientes o pesadas que aumenten la temperatura corporal. Mantén una buena higiene de los alimentos para prevenir intoxicaciones, ya que el calor acelera la descomposición.
Niños pequeños, ancianos, personas con enfermedades crónicas y quienes toman ciertos medicamentos son más propensos a sufrir complicaciones por el calor. Vigílalos con frecuencia, asegúrate de que beban suficiente agua y no los dejes solos en vehículos o espacios cerrados y sin ventilación.