
Nueva York – La primera edición de los Picardía Awards 2025 fue el escenario perfecto para resaltar la elegancia, el empoderamiento y la energía femenina de tres grandes figuras del medio: Yary Nin, Mariela Genao y Natalia Rodríguez, quienes brillaron como presentadoras oficiales de la gala.
Yary Nin, dominicana de Nueva York, nacida y criada en Washington Heights, volvió a demostrar por qué es reconocida como La Primera Dama de la Televisión de New York. Comunicadora, periodista y productora con más de 14 años de experiencia, Yary es la conductora del exitoso Yary Nin TV Show, transmitido por Coco TV, Opción TV y su canal oficial de YouTube, donde acumula millones de visualizaciones y seguidores en constante crecimiento. Además, lidera el atrevido y sincero Desde Mi Sala: El Podcast, un espacio nocturno donde los temas candentes se tratan con autenticidad y sin filtros. Con su carisma, liderazgo y dominio del escenario, Yary fue una figura clave en el evento.
Mariela Genao, también dominicana, es una reconocida comunicadora del canal Telemicro Internacional, creadora de contenido digital y madre emprendedora. Su autenticidad y versatilidad la han convertido en una de las voces femeninas más queridas del medio. Actualmente conduce “Un Coro de Madre Podcast”, donde explora de forma real, divertida y directa la maternidad moderna y los retos de la mujer de hoy. En la gala, Mariela impactó con su profesionalismo, su alegría contagiosa y un vestuario que desbordó elegancia y estilo.
Desde Colombia, Natalia Rodríguez aportó frescura y dulzura. Psicóloga de profesión, ha encontrado su lugar en los medios como la voz femenina de la Picardía Urbana, programa que ha conquistado al público con su estilo vibrante y cercano. Su participación como presentadora oficial fue celebrada por su encanto natural y seguridad en escena.
Juntas, estas tres mujeres formaron un tridente perfecto de poder, gracia y autenticidad. Su química en tarima, la energía con la que se dirigieron al público y su impecable estilo marcaron un antes y un después en la historia de estos premios.
Los aplausos no se hicieron esperar: el público elogió no solo su conducción impecable, sino también la espectacularidad de sus vestuarios, que destacaron por su elegancia, modernidad y reflejo de personalidad. La Picardía Urbana vivió una noche única, en la que el talento femenino brilló con luz propia.