
El Departamento de Comercio de EEUU ha dado un paso hacia delante muy importante en su ofensiva contra el negocio de Huawei fuera de China. Durante las últimas semanas, esta compañía china ha presentado dos chips para inteligencia artificial (IA), el Ascend 910D y el Ascend 920, con los que persigue ocupar los huecos en el mercado chino que presumiblemente va a dejar libres NVIDIA como consecuencia de las últimas sanciones a China desplegadas por EEUU.
La compañía estadounidense liderada por Jensen Huang ya no puede entregar a sus clientes chinos su GPU H20, y, precisamente, Huawei aspira a hacerse con esa porción de mercado con su nuevo chip Ascend 920. La otra GPU, el chip Ascend 910D, presumiblemente entrega un rendimiento equiparable al de la GPU H100 de NVIDIA, por lo que aspira a consolidarse como una alternativa sólida a esta última. EEUU no puede controlar la presencia de Huawei en China, pero ha dado un paso hacia delante muy importante para cercenar su presencia fuera de su país de origen.
EEUU está usando la herramienta más potente que tiene: sus patentes. Con frecuencia, algunos lectores preguntan por qué EEUU tiene la potestad de impedir que ASML, que es una compañía de Países Bajos, venda sus equipos de litografía más avanzados a sus clientes chinos. Este derecho reside sobre un principio fundamental: las máquinas más avanzadas que produce ASML, como, por ejemplo, sus equipos de fotolitografía de ultravioleta extremo (UVE) o ultravioleta profundo (UVP), utilizan tecnologías estadounidenses. Una de las más importantes es la innovación que permite a estas máquinas generar la radiación ultravioleta con la longitud de onda adecuada.
No obstante, el Departamento de Comercio no ha prohibido la circulación fuera de China de todas las GPU para IA de Huawei. Los chips Ascend 910B, 910C y el inminente 910D están prohibidos, pero el Ascend 910 que TSMC produjo legalmente para Huawei en 2019 y 2020 puede circular por el planeta con libertad.