
La capital de Haití, Puerto Príncipe, está enfrentando una crisis sanitaria sin precedentes debido a la violencia extrema que azota la ciudad. La situación ha llevado al límite la capacidad del hospital de traumatología de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Tabarre, al norte de la ciudad. La escalada de violencia y los ataques coordinados por grupos armados están poniendo en jaque el sistema sanitario, ya de por sí debilitado.
Cierre de Instalaciones Sanitarias
Más del 60% de las instalaciones sanitarias de Puerto Príncipe están cerradas o no funcionan, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). Los pocos centros que permanecen abiertos, como el Hospital Universitario de la Paix, están saturados y luchan por satisfacer las necesidades médicas básicas. La violencia ha provocado un aumento significativo en el número de heridos graves, lo que ha llevado a la instalación de camas en los pasillos del Hospital de Tabarre.
Impacto en la Comunidad
La situación no solo afecta a los heridos por la violencia, sino también a la población en general. La falta de estructuras médicas operativas dificulta el acceso a la atención quirúrgica, dejando a muchos residentes en una situación desesperada. La crisis ha llevado a un aumento de las enfermedades y la desnutrición, especialmente entre los niños.
Llamado a la Acción
Médicos Sin Fronteras ha hecho un llamado urgente a todas las partes involucradas para que respeten las instalaciones médicas y permitan el acceso seguro a la atención sanitaria. La organización también ha pedido a la comunidad internacional que aumente su apoyo para hacer frente a esta crisis humanitaria.
Estadísticas Alarmantes
Según la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), más de 1,617 personas murieron y otras 580 resultaron heridas en los primeros tres meses del año debido a la violencia. Estos números reflejan la magnitud de la crisis y la necesidad urgente de intervención.
Un Futuro Incierto
A medida que la violencia continúa, el futuro de la atención médica en Puerto Príncipe se vuelve cada vez más incierto. La comunidad internacional debe actuar rápidamente para evitar un colapso total del sistema sanitario y proporcionar la ayuda necesaria a los afectados.